En este momento actual nuestro interior está desnutrido, raquítico; somos huérfanos saturados por sistemas de creencia superficiales sin sustrato ni fundamento. Necesitamos del alimento esencial de la filosofía perenne, del contacto y el aliento de los mitos, del calor del fuego de los filósofos para que nos crezca el Alma.
Charla ofrecida por Nueva Acrópolis en colaboración con Ítaca Espacio Cultural.